Como respaldo, destacó el referéndum de 2013 organizado por Londres, donde la gran mayoría de los votantes optó por permanecer como Territorio Británico de Ultramar. Este plebiscito, no reconocido internacionalmente, se realizó con la población residente en las islas y sin participación argentina.
En su exposición, Thomas presentó la relación del Reino Unido con sus territorios ultramarinos como una “alianza moderna basada en valores compartidos”, dejando de lado el término colonia y sugiriendo un modelo de autogobierno bajo supervisión británica. Según esta narrativa, la presencia del Reino Unido busca ser percibida como un acompañamiento más que como una ocupación.
El diplomático también resaltó los proyectos implementados en las islas en áreas como infraestructura, salud y sostenibilidad, y recalcó que Londres no negociará la soberanía si esto contradice la voluntad de la población local. Esta postura se mantiene como parte de una estrategia constante para reforzar la legitimidad de su presencia en el Atlántico Sur.