Hoy el Ejército Argentino carece prácticamente de capacidad de artillería autopropulsada adecuada para el combate moderno. Aunque se recurre a soluciones temporales que permiten realizar disparos masivos sobre grandes áreas (4.769 km²), esas medidas no reemplazan a sistemas diseñados específicamente para este rol.
Según el Planeamiento Estratégico Militar, la meta es incorporar 72 vehículos de artillería autopropulsada. Con esa cantidad se podría cubrir con fuego concentrado un área de 276.948 km², lo que permitiría ofrecer protección inmediata al 47,2% de los Objetivos de Valor Estratégico, que son puntos o zonas del territorio considerados prioritarios para la defensa nacional(17 de 36).
El proyecto entregará un servicio de defensa mecanizado (a rueda y a oruga) con capacidad de potencia de fuego autopropulsado de largo alcance y despliegue rápido. Esta capacidad, integrada con otros sistemas y servicios, fortalecerá la cobertura y la respuesta operativa de la Defensa Nacional.